El neurólogo santarroseño Eduardo Köhler manifestó que el Alzheimer es una de las enfermedades más prevalentes en el mundo. Precisó que el dos por ciento de la población de 60 años la puede padecer y que ese porcentaje trepa al 50 por ciento en personas de 85 años. Recomendó ejercicio físico y estimular el cerebro. ¿Qué pasa en La Pampa con el entorno que debe cuidar a estos pacientes?
El especialista explicó que el Alzheimer es una patología degenerativa del cerebro que compromete la memoria y, en un aspecto, al sistema conductual. Aseguró que actualmente es una de los padecimientos más prevalentes en el mundo que genera preocupación a los sistemas de Salud, sobre todo en países desarrollados o en vías de desarrollo.
Confesó que se desconoce qué factores pueden provocar el mal, aunque se habla de una teoría basada en la acumulación de una sustancia, denominada beta amiloide, que se deposita sobre la superficie de la neurona a la que no dejaría respirar. “Eso provocaría una alteración, la muerte de esa neurona, con una desconexión del sistema de memoria en el hipocampo. Esta última es una zona del cerebro, como si fuera una biblioteca, donde uno empieza a tener trastornos para captar nueva información”.
“La enfermedad –siguió- provoca que uno empiece a funcionar como si tuviera el disco rígido lleno y entonces no puede asimilar más información. No hay espacio en el disco y se olvida de lo último que hizo, porque lo que incorporó anteriormente lo memoriza bien”, diferenció el médico.
Consultado en Noticiero 3, comentó que hay “olvidos normales”. “Todos nos olvidamos; por ejemplo, dónde dejé los lentes o las llaves es un olvido normal dado que uno normalmente hace eso mecánicamente y sin prestar atención. En cambio, diferente es cuando uno no recuerda dónde dejó el sueldo, qué es lo que hizo ayer o quién lo vino a visitar”.
El profesional, respecto de los primeros síntomas del Alzheimer, mencionó al olvido como una de las “cosas más significativas” y el motivo de consulta más frecuente. También suelen aparecer otros síntomas como el retraimiento social, cambios de conductas, pérdida de ganas de realizar algo que al paciente le gustaba o no puede llevar a cabo tareas que hacía habitualmente. “Ante cambios de esa naturaleza lo recomendable es la consulta médica”, advirtió el profesional.
En 1906 Alois Alzheimer habló por primera vez de la enfermedad. En esa época, la describió en una persona de 56 años. Luego, con el paso del tiempo, se fue corriendo esa edad y hoy es más frecuente a partir de los 65 años. No obstante, se pueden encontrar pacientes de 40 a 90 años.
“A partir de los 60 años, el dos por ciento de la población puede tener deterioros tipo Alzheimer. Y a los 85 años casi el 50 por ciento de la población los puede sufrir. Con lo cual a medida que uno crece tiene más posibilidades de sufrirlo”, dijo Köhler.
El doctor aclaró que existen estadios, como el deterioro cognitivo leve, que no son la enfermedad de Alzheimer. Dijo que ese es un trastorno de conducta lo suficientemente significativo como para que el paciente o su entorno se den cuenta de lo que está atravesando, pese a que no se vea imposibilitado de realizar sus actividades diarias. “Uno no se acuesta sano y se levanta con Alzheimer entonces hay una etapa, un gris en el medio, donde hay un porcentaje de pacientes que tienen posibilidades de desarrollar la patología”, indicó. “Esa etapa es la más importante para trabajar la memoria, no en la prevención porque como no hay tratamiento tampoco existe prevención pero sí se puede retrasar hasta tres años la progresión de la enfermedad”, afirmó.
¿Qué cuidados requiere este tipo de enfermos? Respondió que en La Pampa, en líneas generales, no se encuentran pacientes con Alzheimer que hayan sufrido el abandono de su familia o el entorno. “Eso acá no pasa: es una provincia bastante solidaria en ese sentido. De todos modos, es una enfermedad que a veces requiere de la internación de la persona”, dijo.
Para disminuir la manifestación clínica, el profesional de la salud recomendó caminar media hora diaria, mantener una vida social activa, juntarse con amigos y estimular el cerebro haciendo cosas que habitualmente no se hacen.
Por último, indicó que el Alzheimer produce un “acortamiento de la sobrevida”, aunque esa circunstancia depende de cada paciente. “Sin embargo, en los últimos años aumentó mucho la sobrevida por todos los cuidados paliativos existentes”.