El río Colorado atraviesa uno de los peores momentos de los últimos 100 años. Los pronósticos de deshielo en la cordillera señalan que al menos hasta septiembre de 2019 su caudal se reducirá al 50% de un año normal, lo que obligará a restringir aún más el uso de agua para riego. El embalse Casa de Piedra solo se encuentra al 30 por ciento de su capacidad.
El gerente técnico de la Corporación de Fomento del Río Colorado (Corfo), Marcos Aragón, dijo al diario La Nueva que no son alentadores los pronósticos de escurrimiento difundidos por la secretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación. “Venimos de 8 años de crisis hídrica, con caudales del 60% al 65%, y este será el peor año de este ciclo. Además, estará entre los más pobres desde 1914 para acá. En 1968 y 1969 el río Colorado tuvo su peor nivel de escurrimiento, que fue de 1.800 hectómetros cúbicos; este año llegaremos apenas a los 2.200”, informó.
Aragón enfatizó que lo más preocupante es que el embalse Casa de Piedra también está al límite en cuanto a su nivel de reserva.
“Como precisamente estamos en un ciclo complicado, nuestra principal fuente de reserva está al 30%”, describió.
La consecuencia es obvia: la Corporación de Fomento del Río Colorado incrementará las restricciones de agua para riego.
“Hace 6 años que venimos entregando menos agua que la media histórica, pero ahora el ajuste será mayor. Será, más o menos, un 20% menos que el año pasado. Tenemos que hacer todo lo posible para no agotar las reservas de Casa de Piedra”, enfatizó el gerente técnico a La Nueva.
El objetivo -puntualizó- es llegar al final de la temporada de riego utilizando sólo la mitad del agua embalsada.