Lucas Anzoátegui, experto en seguridad informática, explicó paso a paso de cómo es el proceso de clonación de las tarjetas de débito y crédito que llevan a cabo los delincuentes, con el objetivo de robar información para realizar un uso fraudulento del plástico. Recomendaciones para prevenirse del ardid.
Un nutrido número de clientes bancarios de Santa Rosa denunció en las últimas horas haber sido víctima del robo de dinero de su cuenta crediticia. A partir de eso, se estableció que fueron perjudicados por delincuentes que clonaron sus tarjetas durante operaciones a través de cajeros automáticos.
“Los ladrones utilizaron una técnica, denominada skimming, que no es otra cosa que el clonado de la banda magnética. Se concreta a través de pequeños dispositivos que se adosan ilegalmente en el cajero automático”, comenzó explicando el analista en seguridad Informática. “De esa manera –acotó– obtienen la clonación de la banda magnética”.
El especialista aclaró que la banda magnética no contiene la clave; por lo tanto, el delincuente al mismo tiempo dispone una cámara oculta “mirando el teclado” para poder grabar la clave que la víctima inserta al momento de operar en el cajero.
Deslizó que una de las principales sugerencias para el usuario, ante el menor inconveniente al momento de introducir la tarjeta en la ranura del cajero automático, es no utilizarlo y acudir a otra máquina expendedora de dinero. Indicó que si el cliente se encuentra en horario bancario es atinado también que avise a las autoridades.
En el caso de no sufrir inconvenientes al introducir la tarjeta, aconsejó igualmente que se adquiera la costumbre de “tapar con la mano el teclado” cuando se introduce el pin de seguridad. “Esa es una de las medidas básicas a respetar para evitar el skimming en cajeros automáticos”, afirmó a Noticiero 3.
– ¿El delincuente almacena la información que obtiene de la banda magnética?
– El dispositivo almacena el contenido que graba de la banda magnética sólo al paso de la tarjeta. Después el ladrón lo baja a una computadora a través de una conexión e imprime una tarjeta apócrifa.
-¿El autor del fraude necesita la contraseña para hacerse finalmente del dinero?
– Si. Sin la clave, por más que ingrese la tarjeta, lo que nos devuelve el cajero es que ingresemos nuestra clave de seguridad y nos da solamente tres alternativas. La seguridad bancaria está planificada para que en el tercer intento se bloquee y nos capture la tarjeta, sin dejarnos efectuar la operación.
Anzoátegui comentó que los cajeros automáticos disponen de cámaras pero no pueden filmar el teclado, una situación conocida por el delincuente que entonces ubica una cámara de tal manera que no sea detectable por las cámaras del cajero ni por las cámaras ambientales que posee también el recinto.
Finalmente, el técnico aseguró que estos delincuentes operan “indistintamente” de cuál sea la red, aunque lo que buscan son aquellos “cajeros que puedan ser vulnerados” porque sus frentes no fueron actualizados. “La delincuencia en estos temas avanza, se actualiza y trata de buscar siempre la manera de engañar a determinado público”.