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Debate 2019: cruces, chicanas y pocas propuestas sobre educación y salud


Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, José Luis Espert y José Gómez Centurión protagonizaron este domingo el primer debate presidencial obligatorio por ley en la historia de las elecciones argentinas. En la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, los dirigentes de Juntos por el Cambio, Frente de Todos, Consenso Federal, FIT, Frente NOS y Unite por la Libertad y la Dignidad expusieron sus propuestas sobre cuatro ejes: relaciones internacionales; economía y finanzas, derechos humanos, diversidad y género; educación y salud.

El presidente Macri fue el primero en hablar y repitió su discurso de campaña: pidió una nueva oportunidad y resaltó su experiencia como jefe de Gobierno porteño.

Aberturas Pampeanas

Pero el primero en pegar fue Alberto Fernández, quien recordó lo ocurrido hace cuatro años. «Hace cuatro años hubo otro debate. Uno dijo la verdad y otro mintió. El que mintió fue el presidente y que quiere volver a ser presidente. El que dijo la verdad está sentado en primera fila. Yo vengo a decirles la verdad», dijo.

Los primeros 45 segundos que tuvo cada candidato fue para presentarse. La mayoría de los candidatos optó por la autorreferencia.

El primer eje de debate fue política exterior. Alberto Fernández fue el primero en hablar y pidió revalorizar el Mercosur. Y habló de abrirse al mundo, pero con restricciones para cuidar la industria nacional. «Tenemos que ver cómo entrar en el mundo global, pero de pie», aseguró. «América Latina tiene muchas regiones. Nosotros estamos en el Mercosur. La primera obligación que tenemos es volver a potenciar el Mercosur», dijo. Y cuestionó el acuerdo con la Unión Europea. Alberto no mencionó el tema Venezuela.

Mauricio Macri dijo que «es imposible» que un país se desarrolle solo. «Argentina era uno de los países más aislados del mundo», aseguró. Y el sí mencionó a Venezuela de manera despectiva en lo político. Además, refrescó la cumbre del G20, los mercados abiertos y otros hechos.

Primeros cruces

Luego de las exposiciones, los candidatos tuvieron los primeros 30 segundos para cruzarse. Gómez Centurión quiso cuestionar a Alberto. Lavagna dijo que no era verdad lo que dijo Macri. Y Macri apuntó contra Alberto por Venezuela. «La neutralidad es avalar la dictadura», dijo en referencia a la posición de Alberto Fernández. «La ex presidenta Kirchner condecoró al dictador Maduro», había anticipado.

Alberto cuestionó al jefe de Estado. «Me impresiona lo que dice el presidente. No sé qué país gobierna. Las relaciones internacionales no se manejan sacándose fotos. Pasaron siete meses presidente y no entró ni un dólar. No alcanza con una foto», cuestionó. «Quiero que los venezolanos resuelvan el problema, no quiero intervenir», aclaró después sobre el país caribeño.

Nicolás del Caño también habló del tema. «Nunca apoyamos el autoritarismo del gobierno de Maduro. Pero hay una hipocresía enorme. Porque Macri es un lamebotas de Estados Unidos. Pero no solo él. Sergio Massa también estuvo saludando esa intervención», dijo Del Caño.

Economía

Nicolás del Caño fue el primero en hablar de economía, el segundo eje temático. «La fuga de capitales es el principal problema. Por eso proponemos una banca estatal única», dijo Del Caño. Además, dijo que quiere la «nacionalización» de todos los servicios y le preguntó a los candidatos si están de acuerdo en revertir los aumentos de tarifas.

Juan José Gómez Centurión aseguró que hay que reducir drásticamente el gasto político. Y luego bajar impuesto para que queden 20 impuestos de los más de 160 que hay. «Vamos a sacar ingresos brutos», propuso.

José Luis Espert fue el más crítico. «Argentina es un país extraño que destruye a los argentinos. Pero también hay ganadores, como los empresarios prevendarios que nos mete el verso que sin los precios que tenemos no se puede tener una industria nacional. La segunda corporación que nos destruye es la de los políticos. La tercera corporación es la de los sindicalistas», cuestionó. Para el candidato de «Despertar», los ejemplos que debe tomar Argentina, son otros países como Chile. «Basta Moyano de currar con la justicia social», dijo.

Roberto Lavagna dijo que Argentina es excepcional por la «negativa y la positiva». Para él, Argentina lleva 8 años de caída de la economía con dos modelos distintos. «Ha llegado el momento de poner en marcha la economía. Hay que hacer de la palabra productividad algo válido y cerrar esta brecha entre el país puede ser y lo que es».

«No existen países exitosos con alta inflación y economía desordenada», dijo, por su parte, Macri. «Hace 80 años que estamos obsesionados con el dólar y con inflación», aseguró. «Tenemos que ser creíbles y alcanzar un consenso».

«Pensé que iba a ser más simple y que íbamos a lograr consensos. Vamos a poder tener un acuerdo para lograr una economía estable. Estamos mejor, en un punto de partida para crecer», aseguró el presidente.

Alberto Fernández apuntó duramente contra el presidente. «Un lugar en el que fracasó Macri fue la economía. Le pidió a los bancos y le sacó a los que tienen un salario. Pasó lo que era previsible. Argentina consume el 70%. Entérese presidente, usted cuando termine el mandato va a dejar 5 millones de nuevos pobres. No le alcanzó con eso y creó una deuda enorme. Estamos en un punto donde podemos cambiar. Podemos volver a crecer

La parte destinada al cruce fue la más jugosa. Macri apuntó contra Alberto por la deuda heredada. «Dos de cada tres pesos fue para pagar deuda del kirchnerismo», dijo. Alberto le respondió que la deuda tomada se fugó. «Se la llevaron sus amigos presidente, y alguna vez van a tener que explicarlo», acusó.

Segunda parte

Luego de la primera parte, los candidatos se fueron a los camarines para repasar sus estrategias. También cambiaron los moderadores.

Para la segunda parte el primer tema fue Derechos Humanos, diversidad y género. Juan José Gómez Centurión fue el primero en romper. Como hizo en toda la campaña, empezó por el aborto. «Vamos a defender la vida vetando cualquier ley del aborto que apruebe el Congreso», dijo. Y habló del «curro de los derechos humanos». «Vamos a terminar con la vergüenza sistemática del pago de 2 mil millones de dólares a delincuentes terroristas. Vamos a indemnizar a las víctimas de la subversión», anunció.

José Luis Espert dijo que el liberalismo es la gran defensora de los derechos humanos. «La izquierda pretende erigirse en la gran defensora de los Derechos Humanos. Basta del curro de los Derechos Humanos. La justicia tiene que tomar una justicia con los militares. O los condena, o los libera», aseguró.

Lavagna tomó el tema desde lo social. «Si hay un derecho humano que se está violando es el hambre en Argentina. Cuesta mucho entender que hay situaciones de hambre y abarca más del 50 por ciento de los jóvenes y niños», dijo Lavagna. «Este es el principal derecho humano a cuidar. La triada de la salud, el trabajo y la educación es la herramienta para luchar

Macri dijo que le hace feliz «vivir en un país libre». «Siempre he cuidado la libertad. No concibo una sociedad sin pluralidad», introdujo. Al hablar de derechos, tomó a la igualdad de género como eje. «Pero también tenemos que reconocer que hay grupos relegados. Es inaceptable que haya desigualdades entre las mujeres y los varones. En 2015 Argentina y Cuba eran los únicos países sin un plan de igualdad», aseguró.

Alberto Fernández cuestionó a quienes lo precedieron en la palabra. Y habló de las nuevas demandas, como la igualdad de género. «El colectivo faminista es el que más debe llamarnos la atención. Millones de mujeres pusieron sobre la mesa este tema. Hay que darse cuenta que las mujeres jóvenes explican el desempleo. Las condiciones de trabajo son distintas. Necesitamos cambiar las leyes», dijo. «Vamos a crear el Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la diversidad», aseguró.

El aborto también se metió en la agenda y, por ejemplo, Alberto Fernández se pronunció a favor de la despenalización. «Hay que ir hacia la despenalización», aseguró.

En los 30 segundos finales, el que más cuestionó a todos fue Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía aseguró sentirse dolido por la ausencia del tema del hambre en los discursos del resto.

Educación y salud

Educación y salud fueron los últimos temas sorteados para el primer debate. Un dato llamativo: hubo pocas propuestas, casi nada concreto y la mayoría se «olvidó» de hablar de salud. Incluso, a varios candidatos les sobró tiempo.

Espert propuso declarar a la educación como servicio público esencial para evitar paros. Y se metió con el financiamiento de la educación superior. Por eso propuso arancelar la universidad para «financiar becas».

Roberto Lavagna aseguró que «salud y educación son fundamentales para luchar contra la pobreza». En ese sentido, dijo que es necesario volver a centralizar la educación para unificar criterios. Un dato curioso: a Lavagna le sobró tiempo para presentar sus propuestas.

Macri apuntó a la «revolución tecnológica». «Esto tiene que ser parte de nuestras escuelas», aseguró. Macri hizo un repaso de algunos de sus políticas. Y como propuesta anunció que quieren que todas las escuelas tengan inglés, aunque sea a distancia. Macri no habló de salud en su exposición.

Alberto Fernández comenzó a cuestionando al Presidente y en ese plano usó su tiempo, asegurando que el Presidente no cree en la educación pública. Entre otras cosas, recordó los problemas en el CONICET.

Algo parecido hizo Nicolás del Caño, quien propuso revertir todas las políticas iniciadas en los ’90.

En el espacio libre, Mauricio Macri salió al cruce del Frente de Todos. Y le puso nombre. «El Frente de Todos ocultó las mediciones. Kicillof va a poner una narcocapacitación en las escuelas no?», ironizó. Fernández le contestó: «Pensé que íbamos a hablar en serio», le respondió. Y luego citó cifras sobre la caída en la inversión en ciencia.

El cierre

Al final del debate hubo espacio para palabras finales. Roberto Lavagna pidió un gesto de humildad y «aceptar el fracaso».

Macri fue sobre Alberto. «Lamentablemente volvió el dedito acusador, la canchereada», le dijo. «El kirchnerismo no cambió. Volver al pasado no nos va a ayudar. Tres años y medio es muy poco. Vale la pena. Los espero a todos».

Alberto Fernández le respondió directamente al presidente. «Dos mil puntos de riesgo país y hemos vuelto al mundo… otra vez nos endeudaron, otra vez dejaron a la gente sin trabajo. Es lo que hacen cada vez que llegan al poder. Somos un pueblo maravilloso. Nos hemos caído muchas veces. Pero ya es hora de que ya no nos pase más. Podemos cambiar a la Argentina y ponerla de pie. Cuenten conmigo», dijo Fernández.

Del Caño le habló directamente a los jóvenes.


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